XXXXXXXXA la Escuela Wu Chi por su undécimo aniversario
Encontrar en el hueco decisivo el primer corazón, a punto de latir. El ritmo que viaja con la luz de un estrella neonata, anunciando en la noche sus compases.
El tambor se contrae: nace el silencio. En su origen, la vida atraviesa la muerte con un soplo.
Expansión del tambor: nace el sonido. Lo atrapa la espiral del alfarero errante y la materia adquiere forma en la imagen del cosmos que despierta.
El testigo se yergue en la esbeltez intacta del instante. La pupila del ser intuye su destino: verse a sí misma por la transparencia.
Alrededor del solo mediodía la sombra se contrae: el cénit interior de un sol naciente ya nos espera sobre el fin de nuestro mundo concebido.
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