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- Luz de marzo
- Compromiso-
- Sonetos para una tarde de verano
- Más allá de las palabras
- Página
- Pulso
- Una luz en la luz
- Dhyana (en meditación)
- Cuaderno del vacío
- Esencia
- Ser
- Poemas de amor
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lunes, 19 de septiembre de 2011

UN HOMBRE DEL VACÍO

Un hombre es del vacío cuando ama a la mujer que lleva dentro, y además es amado por ella.

Un hombre es del vacío cuando reconoce su propio hueco inmenso sin duda ni palabras, sin emoción.

Un hombre es del vacío cuando descubre que su propósito esencial es despertar, mantener su vigilia sin empleo del tiempo, sirviéndose tan sólo de su propio candil.

Un hombre es del vacío cuando se alimenta de todo y de nada, cuando su sonrisa es flor que se abre a cada instante y se cierra a la luz como una luna nueva.

Un hombre es del vacío cuando no rechaza su propio sufrimiento ni el de otros, y lo acepta con tal intensidad que se olvida de sí, y de pronto se encuentra abrazando, o habitando, la esfera infinita del presente. 

Un hombre es del vacío cuando tiene un amigo de verdad, que a la vez es su auténtico enemigo, aquél que le señala sin reproches la sombra de su cuerpo y de su espíritu.

Un hombre es del vacío cuando crece su sed de la auténtica vida –la que él es–, si decrece su miedo a la muerte de su vida –la que cree ser-.

Un hombre es del vacío al consagrar su aliento al único bien que atesora: el cultivo de una tierra baldía –en apariencia– en medio del olvido.

Una mujer es del vacío cuando puede ver al hombre del vacío desde el otro lado del mismo espejo vacío que los une.

Luis Ángel Barquín

LOS BOLSILLOS VACÍOS

        -Tai Chi Chuan-

         A José Sánchez García por su cuadragésimo aniversario.

Los bolsillos vacíos
y el alma llena,
un corazón sonríe,
danza, se eleva.

Sin peso, la espiral
su línea engendra
donde el tiempo se para,
donde comienza.

Intuye el pantalón
la pausa interna
mientras crea su hueco
la camiseta.

Las zapatillas pulsan
la hondas teclas
del suelo…, ¡sacra música
bajo la tierra!

Mirada que se pierde
donde él se encuentra
-la atención suspendida
sobre la niebla-.

El silencio en los labios
crea una ausencia
que se bebe a sorbitos
la forma entera.

Los bolsillos vacíos,
la muerte cerca…
La vida es ahora danza
y abre una puerta.

Luis Ángel Barquín

VAGABUNDA

Vagabunda
sobre el camino borrado
por sus huellas.
XXXXXXXXXXXXXXAparece
en cualquier sitio cual flor
piedra o estrella.
XXXXXXXXXXXXXXXXUna luz
inextinguible la guía
a través de su presencia
-erguida sobre la duda-
hacia un lugar que no existe.


Luis Ángel Barquín

TRAMA DEL VACÍO

Dos distanciados
que habitan las orillas
del mismo espacio;

dos tan cercanos
que entre sí sólo palpan
vacío helado.

¡Dame tu sí…!
Ya me diste tu no
sin ser feliz.

Somos amigos:
sobre las diferencias
un solo himno.

El ojo quedo
puede ver los colores
del pensamiento.

Los muertos hablan…
Susurran al silencio
vivas palabras.

Un pulso eterno
va sanando las capas
del universo.

Recién nacido,
eres alta poesía
y hondo latido.

Luis Ángel Barquín

FORMA SIN FORMA

Como un ancla y un mástil, unidos e invisibles, amas bajo la forma de este momento.

Ocupas un espacio que no cambia, llenándose y vaciándose y llenándose… de pulsos que gravitan en la levedad.

Dejas abierto el flujo de tu espíritu. Su aliento silencioso te respira en el círculo que atraviesa la muerte con un hilo de vida.

Forma pura, sin forma, en el esquema mágico que sostiene el intento, la posible aventura de cada dimensión que sin pensar te elige para ser su cultivo en el misterio.

Luis Ángel Barquín

DESPUÉS DE TI

Después de que te marches para siempre
o de que yo me ausente y ya no vuelva.
Después de los silencios comprendidos,
las palabras –moradas, puentes, muros-
sobre las que buscamos algo juntos,
sin saber si era dicha, paz u olvido.

Después de tu mirada -en la que el tiempo
parece detenerse y cobijarse-,
hecha de sombra pura y luz de luna.
Después de agradecer tu compañía,
de en vano descifrar tu viva ausencia.
Después de acariciar tu corazón.

Después de amanecer cada mañana
a tu lado, de entrar solo en el sueño
tantas noches durmiendo junto a ti.
Después de ser un huésped de tu vida,
de invitarte a ser valle de la mía.
Después de cada beso y cada abrazo.

Después de ti será todo distinto:
el cielo no será ya nuestro techo
ni tampoco la tierra nuestro suelo;
el aire será menos respirable,
no pulsará la luz la transparencia
y algo en mí morirá para ser tú.

Luis Ángel Barquín

OJOS NEGROS

Cercado por dos sombras, en el pozo
de sus pupilas, sin visión habito.
Sólo intuyo su orilla cuando grito
y halla un eco de noche mi alborozo.

Sus pestañas gitanas -en esbozo
de vuelo y danza- orlan su infinito,
¡sima de olvido donde precipito
en caída sin fin dolor y gozo!

Con cada rayo de la estrella quieta
se enciende el blanco de dos lunas llenas
que dan círculo y fondo a su silueta.

La ausencia de su luz son las condenas
simultáneas donde mi amor completa
vida y muerte, tan negras, tan serenas.

Luis Ángel Barquín

A LA DERIVA

Me miras y nunca sé
interpretar tu mirada…
Ella me lleva consigo
como la mar a la barca,
como el viento a la cometa,
como la música al alma.

No distingo, si me cantas,
la forma de tus palabras….
Tu voz inunda mi escucha
y sin esfuerzo la arrastra
por la espiral del silencio
al centro de mis entrañas.


Si tu tacto, amor, explora
entre pétalos mi espalda,
desaparecen los límites
de mi identidad y escapa
el espíritu, dichoso,
de este cuerpo en que moraba.

Luis Ángel Barquín

ELEGANCIA

Salpicando de plumas la mañana,
un ritmo alado anuncia primoroso
tu sereno compás y delicioso
frescor de rosa blanca soberana.

La danza libre de tu ser hermana
sombra y perfil en dúo silencioso.
Tu pie extrae de la tierra su reposo:
el contemplarlo las pupilas sana.

Si trato de imitarte me resbalo…
El molde lo rompió la sutileza
que mana de tu piel, brisa que inhalo.

En el diván, el sueño es tu destreza.
Y fulge tu elegancia como el halo
que envuelve, en Luz de luna, a la pureza.

Luis Ángel Barquín

VIAJE

Algunos creen
que sólo se viaja exteriormente:
el espacio de afuera
como único remedio a su prisión,
la extroversión de la atención al mando,
negro agujero horizontal del tiempo
limitando el placer…

Otros intentan ignorar
lo que les dicen
los espejos externos,
virando la intención con terquedad
hacia sí mismos
en el fútil intento del control del instante.
Ellos tiemblan al borde del precipicio interno,
en la inmovilidad forzada de su cuerpo,
puesta toda esperanza de disfrute
en la cara amistosa del azar.

Y están aquellos que se han dado cuenta:
el sonido, el silencio, no se oponen
en su expresión;
nacen y mueren a la vez sin prisa;
viaja su imagen
alrededor del mundo
sabiendo que el viajero
descansa ahora y siempre en su morada.

Luis Ángel Barquín

POSIBILIDADES

Toda ruta se extiende como razón de ser. Caminar es amar sobre el terreno. Bajo el cielo volar es descubrir el corazón del aire pulsando nuestro pecho, latido etéreo o levedad sonora.

El agua como espacio. La gota es una nada irrepetible que bebe en lo sin forma. Tiempo que fluye en todas las alturas: vapor, hielo, rocío, arroyo, manantial, nube o cascada.

El arder se consume en su palabra. En las manos el fuego de una estrella. Los ojos incendiados por el vértigo doble que asciende y cae, rasgando el pensamiento. La hoguera inextinguible busca el sombrío cráter donde voces dolientes cantan la eternidad.

Todas en una. Posibles porque son los pasos del ahora. Cuando alegres regresen de su propio destino consumado, aquí será la fiesta de los ojos despiertos, desvelados sin cuerpo y sin memoria, errante la mirada en el presente intacto.

Luis Ángel Barquín

CONTIGO (II)

En pos de la ocasión de amar, mujer,
salí de un sueño para estar contigo.
Atrás quedaron pan, razón y abrigo,
y hacia delante solamente ser.  

Por la necesidad de conocer
el mundo que hay en ti, tu paso sigo
con una tenue luz como testigo
y un corazón dispuesto a florecer.

Contigo, en la distancia, no hay olvido,
no nos raptan la duda ni la pena
y una estrella nos guía hacia el encuentro.

Contigo, en tu presencia, mi latido
es el tuyo también. Puesta en escena
amando alrededor del mismo centro.

Luis Ángel Barquín

SOLEDAD

xxxxxxA Soledad Obispo Yela

El límite del sueño determina
tu voluntad, que trata de servir
al cotidiano reto de vivir
muriendo a cada instante, en cada esquina.

El fulgor de tus ojos ilumina
un espacio sagrado: compartir
con los demás la voz de tu sentir
y la razón que es pan de tu doctrina.

¡Nunca sola del todo, Soledad!
Al parecer, el nombre que te dieron
no designa la forma de tu estado.

¡Compañera de nombre y de verdad!,
testimonio de aquellos que tuvieron,
tienen, tendrán, tu ejemplo bien grabado.

Luis Ángel Barquín

IMPECABLE

Siempre apunta su flecha hacia la diana.
Aprende su equilibrio de la danza
con pasos nuevos a la vieja usanza.
Su gesto anima y su presencia sana.

Arde en su pecho el sol de la mañana.
Porta un blasón de júbilo y templanza
para ignorar la ofensa y la alabanza.
El instante es su meta cotidiana.

No recuerda el origen del rencor.
Nada es su centro y es su alrededor
todo armonía y paz inagotable.

En el amor encuentra su morada,
abierta a la caricia y a la espada.
En él la vida alcanza lo impecable.

Luis Ángel Barquín

DICHA

Una palabra separa
mi corazón del silencio,
donde mi voz desemboca
dejando detrás al eco.

Allí mi sonrisa flota
sobre el mar de los sucesos.
Olas y olas la mecen
mientras la disfruta el cielo.

Nada invade su presencia.
Nada respira su aliento.
Nada nubla su primor.
Nada refleja su centro.

Paz y gracia la alimentan
con bocados de misterio.
Amor y duende le cantan
los secretos del flamenco.

Luna le pinta la curva
con rayos de su reflejo
y una estrella azul le presta
la chispa del firmamento.

No hay esfuerzo que me lleve
desde la pena a su reino.
Roto, el puente desafía
mi equilibrio sobre el tiempo.

Luis Ángel Barquín

RENDICIÓN

Es nuestro cuerpo tierra del presente.
La gravedad lo atrae en su conjunto
hacia la sola sima del difunto.
La muerte desde allí, afanosamente,

con su cantar monótono y doliente,
lo seduce y desgasta, en contrapunto.
Caer, morir: tan sólo un mismo asunto
observado de modo diferente.

Abandonar sin más la resistencia
a las formas que adopta aquí y ahora
la vida, es la primera comunión.

Así, la muerte mostrará clemencia,
anunciando su luz transformadora
el privilegio de la rendición.

Luis Ángel Barquín

SIN LÍMITES

El tacto ya no sirve, no hay materia.

Se pierde la mirada, y no regresa.

No distingue el oído
el final ni el principio del silencio.
Ni tampoco el sonido, ni su eco.

No percibe el olfato
los olores más burdos, ni disfruta
los sutiles aromas, las fragancias.

El paladar ha muerto
-sin un matiz que llevarse a la boca-
tras el disgusto de saberse solo.

Un pulso abarca el corazón del mundo.

Un ser -que pudo ser un hombre- flota
en paz, sin paradero.

El fin del mundo sólo es una cara
de la moneda. La otra es su comienzo.

Luis Ángel Barquín

TU PRESENCIA

Escalar hasta tus ojos
desde el abismo, sin tregua,
para bañarme en la luz
de dos estrellas gemelas.

Despierto crea el espíritu
el alba de tu presencia,
con la que mi alma sonríe
y mi corazón se alegra.

Estás en cada rincón
y detrás de cada puerta.
Te escondes en cada nube
y en cada lluvia te muestras.

Flotas en cada perfume
que extiende la primavera.
Con cada fruta jugosa
del verano me alimentas.

Y en cada espejo vacío
tu imagen viva me acecha,
reflejo que es testimonio
y orilla de tu presencia.

Luis Ángel Barquín

INTANGIBLE

Cuando no me doy cuenta de mi amor hacia ti, soy libre para amarte. Tu corazón lo sabe tal si fuera una lluvia que cayese con elegancia sobre la incertidumbre de tus pasos. Y lo percibe como la bendición del alba al asomarse a la noche más negra y más extensa. Lo sabe con palabras detenidas por el silencio de unos labios muertos. Un oro extraño, y no visible, flota sobre el valor del tacto. Lo que no puede estar ahora entre nosotros… quizá se fue o acaso no vendrá en busca de su nombre y de tus manos.

Luis Ángel Barquín

PUNTO CERO

Hacia todo lugar y desde todo
confín, un punto que deviene cero.
La diana cósmica frente al arquero:
su flecha acertará de cualquier modo.

El nuevo mundo emerge desde el lodo
del viejo, con propósito sincero
y recursos intactos. El viajero
ha gastado su espacio y su periodo.

Toca cavar la propia sepultura,
dejar caer en ella lo acopiado
y, ligeros, alzar la vista al cielo.

Toca empezar de nuevo la aventura
de ser, ahora que el tiempo se ha parado
en el reloj del muerto: ¡nace el duelo!

Luis Ángel Barquín

NACIMIENTO

Luz, fruto que no cesa de caer
del árbol que cultiva el Gran Espíritu.
Vientre que con amor llena su espacio
para extraer el zumo del vacío
y dejarlo a los pies del mundo.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXEl hijo
que anhela el corazón, ahora desciende
y posa su presencia intacta sobre
el alba de una nueva humanidad.

Nacer para morir con la sonrisa
de aquellos que han llegado a su morada
y al fin descansan cual recién nacidos.     

Luis Ángel Barquín

INVITADA AL VACÍO

Invitada al vacío, sin nombre ni esperanza,
te diriges al punto crucial de no retorno:
allí están alineados la vida que hay en ti,
la oscuridad completa y el fulgor de tu rostro.

Un paso por delante de tu sonrisa, escapas
de la extraña ilusión donde has perdido todo
-la antorcha del deseo, la voz, la culpa, el miedo
y la insatisfacción- salvo tu soplo indómito.

Ya no miras al frente cual si fuera un objeto.
No buscas horizontes donde posar tus ojos.
La línea divisoria entre el mundo y tu mundo,
rodó desde tu frente hacia el suelo más hondo.

Tu alma es la invitada a su propia morada…
Viene de haber vagado por parajes remotos,
por jardines sin fuentes y bosques calcinados,
recordando en la senda su olvidado propósito.

Tan cerca estás que tiemblas sin poder evitarlo.
Un abismo se yergue apoyado en el fondo
de este instante, y te presta las alas de la dicha…
Y vuelas sobre el hueco de tu propio abandono.

Luis Ángel Barquín