Ante ti todo cambia
excepto lo que hace,
amor, que me convoques
-ignorándolo ambos-
al umbral de tu vida.
Cambia todo -tú, yo,
la brisa, el suelo, el cielo,
los astros, el silencio
y el horizonte- excepto
lo que me acerca a ti.
Ante ti, nada vale
indefinidamente,
las formas se deshacen
hacia nuevos propósitos
que alimenta la esencia.
Todo sigue su curso
cual una estrella errante
salvo el tacto que pulsa
mi corazón, llevándolo,
sin memoria, ante ti.
Luis Ángel Barquín
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