VERDADES Y VERDAD

¿Dónde se encuentra el centro del espacio? Acaso en cualquier parte desde la que observar todo sin elección…

Un pájaro se posa en una rama cercana. Nos regala sus trinos a todos los presentes: el árbol que lo acoge, la tierra donde hunde el árbol su raíz, el aire que transporta su canción, el sol que da calor a la mañana, los oídos del mundo, abiertos al ahora. Este instante pudiera ser el centro del universo, aquí.

Camino de la escuela, un niño cruza. Silbando, son sus pasos la música ambulante de la tarde. Sus manos rozan todo lo que encuentra a su altura: la antigua barandilla del callejón vecino, donde vive, o los retrovisores de los coches parados, o los tiestos azules de la esquina de enfrente de su casa. Aquí pudiera estar el centro del universo, ahora.

La tarde ya bosteza. Sale la Luna sin aviso, aún pálida, entre unas nubes rosas y azuladas. El hombre se dirige hacia la mesa, las sillas y los platos vacíos, sin servir. Hay un olor a guiso delicioso que rapta voluntades y deja los instintos al desnudo, invitando al placer con sencillez. Un punto de reunión acaso sea centro del universo ahora, cuando el hambre despierta, y no se duerme, y llora.

La verdad no es la suma de verdades de cada ser que vive, de aquellos que murieron, de aquellos no nacidos. Cada verdad es la verdad completa, necesaria, latente bajo cualquier instante que tenga su raíz en este sitio, aquí.

Luis Ángel Barquín