de pura dicha sin causa
pasa
a través de tu silencio
de regreso
a su palacio sin forma
donde toda forma cabe,
donde toda forma sueña
que despierta en plena noche
y contempla
la luz de su propia estrella
iluminando el camino
de las formas aún dormidas,
caldeando su propio espacio
vacío y lleno a la vez.
Esa pizca
Esa pizca
de eternidad que tus manos
ofrendan sin preguntarse
a quién ni por qué…
El perfume
que tu amor va destilando
gota a gota
y esparciendo sin esfuerzo
como presente de paz...
Todo tu pan compartido
Todo tu pan compartido
brota ahora
en cada flor, cada espiga,
alegrando tus sentidos...
Vuela ahora
como la abeja y el pájaro
compañeros
de las alas de tu dicha...
Duerme ahora
en el silencio y la paz
de los árboles, las piedras,
de la tierra que te acoge.
Luis Ángel Barquín
Luis Ángel Barquín
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