calmo mi sed de vida al entregarte
lo mejor que hay en mí. Sólo al amarte
hoy brota de la pluma esta poesía.
Cada día alimento la alegría
sin causa. Cada día es esa parte
visible del gran todo. El raro arte
de sólo ser se aprende cada día.
Cada día nos brinda -sin desmayo-
la noche oscura antes del primer rayo
de sol: el mundo entero hecho presente.
Al alba abro los pétalos al mundo
y al ocaso los cierro, moribundo
Lirio del día, delicadamente.
Luis Ángel Barquín
No hay comentarios:
Publicar un comentario