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- Compromiso-
- Sonetos para una tarde de verano
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- Una luz en la luz
- Dhyana (en meditación)
- Cuaderno del vacío
- Esencia
- Ser
- Poemas de amor
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domingo, 1 de febrero de 2009

JOSÉ ÁNGEL VALENTE -POEMAS MÍSTICOS-

RAÍZ DE FRAGMENTOS DE UN LIBRO FUTURO

SUPO,
después de mucho tiempo en la espera metódica
de quien aguarda un día
el seco golpe del azar,
que sólo en su omisión o en su vacío
el último fragmento llegaría a existir.

SUBE EN NOSOTROS

SUBE en nosotros
el nivel de la sombra.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXMuy Despacio
sube la noche.
XXXXXXXXXXXXAbajo brilla
radiante un sol oscuro.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXLlama.
Nos llama.
XXXXXXXXXVértigo
sin tiempo.
XXXXXXXXXXDime,
ahora que sentado al borde de las aguas
veo pasar la sombra que me lleva, dime,
¿se irá con ella tu indeleble memoria?

TAMQUAM CENTRUM CIRCULI

LA memoria nos abre luminosos
corredores de sombra.

Bajamos lentos por su lenta luz
hasta la entraña de la noche.

El rayo de tiniebla.

Descendí hasta su centro,
puse mi planta en un lugar en donde
penetrar no se puede
si se quiere el retorno.

Se oye tan sólo una infinita escucha.
Bajé desde mí mismo
hasta tu centro, dios, hasta tu rostro
que nadie puede ver y sólo
en esta cegadora, en esta oscura
explosión de la luz se manifiesta.

NI SIQUIERA

TODO parecería ahora
llevarte a la extinción.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXAbandonado
de la sola palabra que tal vez aún podría
levantarme hacia ti.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXNo estás.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXNo está
la tu sola palabra.

Se espesa en torno el reino de lo gris.

Un ave cae
del centro mismo de su vuelo.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXEl agua
del manantial, impura, ciega
los pozos de la sed.
XXXXXXXXXXXXXXXXXEn esta noche
no busques luz ni abrigo,
no busques lealtad
ni amor.
XXXXXXXXXXXXXXXXXEstás sentado
enfrente de ti mismo y ni siquiera
puedes mirarte con piedad.

LA CERTEZA

CAMINABAS despacio.

Tu cuerpo fatigado aún arrastraba
la absoluta ruina
de ti.

Te acariciaba tenuemente el sol.
Tú ibas disolviéndote en su luz.

Quedaban todavía algunos pasos.
¿Hacia dónde?
XXXXXXXXXXXXNi siquiera sabías
con certeza cuántos podrías dar.

EL VISITANTE

ALGUIEN me dice
que un hombre joven viene
de tiempo en tiempo a visitar tu tumba.

Desbroza los hierbajos.

Un hombre joven, dicen, bello
con un sombrero campesino.

Interrogado, dijo
ser un amigo de tus familiares.

¿Quién es esa figura que así acude?

Tal vez eres tú mismo que regresas
para ver dónde estás y depositas
al pie de tus cenizas,
húmedo, un ramo
de lluvia o de tristeza.


INMINENCIA DEL PLENILUNIO

SE va poniendo grande
y redonda, carnal, la luna.


Creciente está desde su propia entraña.
Espejo o vientre
luminoso de un dios que la fecunda.


Su luz no es suya, pero el don es suyo.

Luna solar que el día me arrebata.

Permanece en el cielo para siempre,
perpetuamente derramada madre.


Ven, reaparece.
XXXXXXXXXXXXXXCeleste acude o vuelve.
Jamás te ocultes, duradera, danos
la paz.


RETORNO


TU imagen melancólica
en el cristal tan tenue
borrada por la lluvia
es la imagen de un niño
que aún se asoma a su adentro
buscando a tientas la quebrada imagen
de lo que quiso ser.


DÍAS DE OCTUBRE DE 1996

EL amarillo, el verde, el encendido
rojo sólo para morir
bajo el tendido velo del otoño.


La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.


Nada tiene más fuego en sus entrañas
que la melancolía ardiente de esta hora.


Nada tiene más fuego que la ausencia.

¿Llorar?
XXXXXXXLloradme nunca.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXMe he perdido
con el aire en las bóvedas tan bajas
de un cielo que, piadoso, me disuelve.

MEMORIA


COMO pan vino la palabra,
como fragmento de crujiente pan
fue dada,
igual que pan que alimentase el cuerpo
de materia celeste.


Vino, compartimos su íntima sustancia
en la cena final del sacrificio.


Y nos hicimos hálito, sólo soplo de voz.

Palabra, cuerpo, espíritu.

El don había sido consumado.

PRESENCIA

TU súbita presencia.

Toda tu luz irrumpe duradera,
dura como la piedra.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXVienes
tan inmóvil, tan adentro de ti.
Lo hondo.
XXXXXXXXXEn tu sola existencia,
tu sola luz, estás
ardiendo para siempre.


OBRADOIRO

LA verdinegra
ascensión amarilla de la piedra
sobre el fondo oscuro, solitario, del aire.


Enfrente, lejos, el crepúsculo
que tiene aún un lecho
de roja luz,
delgado lecho o borde ardiente, ardido,
para la claridad,
la última, que como velo tenue
mantuviera la mano
de una diosa desnuda.


La lenta piedra va
escondiéndose en sombra
por sus entrañas mismas engendrada.


La piedra ha parido la noche.

Ha dado a luz la noche.

Luz-noche, acógenos en ti,
en tu secreto seno.
XXXXXXXXXXXXXXXXAcaso somos
el no posible anuncio del día venidero.


ORILLAS DEL SAR

ESTABAS desleída en la dulzura
de los secretos jugos de tu cuerpo
y te llevaba el agua
como a una larga cabellera verde
engendrada en los limos
obstinados del fondo.


Era tu forma ese deshacimiento.
Brotar.

XXXXXXXFluir.
XXXXXXXXXXXXAbandonarse.

Bajaba el aire hasta los límites
perfectos de tu piel.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXBlancura.
Y ya oblicuo, el poniente la encendía
para nacer de ti aquella tarde
de qué lugar, qué tiempo, qué memoria.

LA NADA


Los sentidos saltan sobre los pensamientos.
Eckhart


ESTÁS
en tu luz no visible, no engendrado,
único, el único.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSe posa tu mirada
en la ausencia de ti o en la no descifrable
irrupción de tu forma en tu vacío.


Y allí dejas la huella de tu paso.

Salí tras ti.
XXXXXXXXXXDevuélveme a tus ojos
que llevo en mis entrañas dibujados.

LUNA

VIENES.
XXXXXXXNo estás.
XXXXXXXXXXXXXXDesapareces.


Hay duras ráfagas de viento.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXEspesas nubes.
Vienes de pronto.
XXXXXXXXXXXXXXXEn luz te manifiestas.


Un instante tan sólo.

Deja caer tu no palpable velo
en la ciega raíz de nuestros sueños.


VACÍO

TODO está roto, mutilado, mudo,
caído a ciegas
desde un cielo sombrío.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXNada
me alumbra en esta hora.


El otoño destila delgadas babas pálidas
que amenazan la tenue
cintura de los álamos,
grises los álamos de plata gris al borde
de tanta y tanta noche.


—¿Dónde estás tú?, pregunto, y sólo
ese yo que soy tú podría responderme.


Hay un eco infinito en los vacíos
desvanes tristes de la infancia perdida.
Y no encuentro las huellas de tu paso,
que tal vez fuera el mío.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX¿Cuándo?
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX¿Dónde?


DESHACIMIENTO


SE va deshaciendo en leves jirones
de nada el mundo.


El viento del otoño barre los secretos
reductos últimos del corazón.
Su tenue llama, apenas palpitante, acaso
se quisiera extinguir.


¿Quién seguirá por ti contigo?
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXNadie.
Nadie es el nombre de las tantas formas
de tu nunca completa rotación.


Y ahora, ante los hilos de la sombra
donde no está tu imagen reflejada,
dime, si puedes,
¿quién podría aún nacer?


OCTUBRE, 1997


EL verde lentamente iba del rojo al amarillo.

No había un ave en el cielo tranquilo.

Quietud.
XXXXXXXXPor el camino que atraviesa el bosque
una silueta apenas se dibuja.


La tarde baja hasta tus labios húmedos.

Caer.
XXXXXDesvanecerse,
para nunca morir,
en las entrañas hondas de este sueño.


FIGURA

ESTA acidez me es grata al corazón
si no estuviera a punto de expirar.


Abre aún la ventana en la que el aire
agolpa pájaros desde el bosque amarillo
donde aún empieza a clarear la luz.


Llama a mi puerta.
XXXXXXXXXXXXXXXXXDime
quién eres tú que ahora llegas
cuando todo parece terminar.


Cabellera del tiempo arrastra noches
como ríos sin término
hacia el adiós.


Amiga, vuelve
a la vida, tú que puedes aún.


En la otra orilla tu figura blanca,
erguida, guarda el solo testimonio
cierto de mí.


EL VUELO

AHORA no tienes, corazón, el vuelo
que te llevaba a las más altas cumbres.


Lates, reptante, entre las hojas secas
del amarillo otoño.


¿Y hasta cuándo en la secreta larva de ti?

¿Volverás a nacer en la mañana,
a respirar la frialdad del aire
donde hay un pájaro?
XXXXXXXXXXXXXXXXXX¿Lo oyes?


Canta arriba, en las cimas,
como tú, como entonces.


Tú eres sólo latir cobijado en lo oscuro.

Al pájaro que fuiste dedicas este canto.

ISLA

SALIR del tiempo.
XXXXXXXXXXXXXXXSuspender el claro
corazón del día.
XXXXXXXXXXXXXXAve.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXPalabra.
Vuelo en el vacío.
XXXXXXXXXXXXXXXXEn lo nunca
posible.
Ven, anégame en este largo olvido.


Ya no hay puentes:
XXXXXXXXXXXXXXXXXSosténme en el no tiempo,
en la no duración,
en el lugar donde no estoy, no soy, o sólo
en el seno secreto de las aguas.


EL FUEGO

EL recuerdo incendiado
arde como el amor.


Venid, oh dioses, con el sacro fuego
cubrid de mantos rojos la alta pira
donde mi cuerpo está.


Arde lo que ha ardido.

No se consume la encendida llama
porque nadar aún sabe el agua fría.


Palpita el cielo.
XXXXXXXXXXXXXXY lentamente
entro en el seno inmenso
de ti, la nada.
XXXXXXXXXXXXCuerpo sólo
solar.


HORIZONTE

INTERMINABLE término al que llego,
donde nada termina,
donde el no ser empieza
interminablemente a ser
pura inminencia.


ME CRUZAS

ME cruzas, muerte, con tu enorme manto
de enredaderas amarillas.


Me miras fijamente.
xxxxxxxxxxXxxxxxxxxDesde antiguo
me conoces y yo a ti.


Lenta, muy lenta, muerte, en la belleza
tan lenta del otoño.

Si ésta fuese la hora
dame la mano, muerte, para entrar contigo
en el dorado reino de las sombras.


FONDO

NOS baja la guitarra
al fondo del adentro.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXFondo
en donde vibra el fondo.


El llanto.
XXXXXXXXEl fondo.


Qué solos nos quedamos frente a frente
mi tú, mi yo.
XXXXXXXXXXXXQué solos.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSoleá.

ESPEJO

CUANDO te veo así, mi cuerpo, tan caído
por todos los rincones más oscuros
del alma, en ti me miro,
igual que en un espejo de infinitas imágenes,
sin acertar cuál de entre ellas
somos más tú y yo que las restantes.
Morir.
Tal vez morir no sea más que esto,
volver suavemente, cuerpo,
el perfil de tu rostro en los espejos
hacia el lado más puro de la sombra.


CENTRO

Y todos los poemas que he escrito
vuelven a mí nocturnos.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXMe revelan
sus más turbios secretos.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXMe conducen
por lentos corredores
de lenta sombra hacia qué reino oscuro
por nadie conocido
y cuando ya no puedo
volver, me dan la clave del enigma
en la pregunta misma sin respuesta
que hace nacer la luz de mis pupilas ciegas.

ROMPER EL DÍA


VACÍO.
XXXXXXNo tener,
no sentir el calor de tu cuerpo.


TIEMPO

ESTE tiempo vacío, blanco, extenso,
su lenta progresión hacia la sombra.
No se oye la voz.
XXXXXXXXXXXXXXXNo canta.
Ni engendra una figura otra figura.
Ni vuela un pájaro.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSe esconde
en los oscuros pliegues de la noche.
No viene a mí la luz como solía.
No me despierta a más ventura el aire
para solo seguir su largo vuelo.
No hay antes ni después.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXAndamos para nunca llegar,
oh nunca, adonde.
Me detengo.
XXXXXXXXXXXEfímera
construyo mi morada.
Trazo un gran círculo en la arena
de este desierto o tiempo donde espero
y todo se detiene y yo soy sólo
el punto o centro no visible o tenue


José Ángel Valente

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