NOTICIA: LOS 12 MEJORES POEMARIOS DE LUIS ÁNGEL BARQUÍN YA A LA VENTA EN AMAZON.ES, AMAZON.COM, ETC

NOTICIA: EL 15 DICIEMBRE DE 2015, HAN SIDO PUBLICADOS EN AMAZON LOS 12 MEJORES LIBROS DE POEMAS DE LUIS ÁNGEL BARQUÍN

Webs AMAZON en: España - Australia- Alemania - Brasil - Canadá - China - Estados Unidos - Francia - India - Italia - Japón - México - Países Bajos - Reino Unido

Para amantes de la poesía, ya están disponibles en las webs de Amazon, y en formato E-Book, los 12 mejores Poemarios de Luis Ángel Barquín:

- Luz de marzo
- Compromiso-
- Sonetos para una tarde de verano
- Más allá de las palabras
- Página
- Pulso
- Una luz en la luz
- Dhyana (en meditación)
- Cuaderno del vacío
- Esencia
- Ser
- Poemas de amor
_______________________________

TE INVITO A VISITAR TAMBIÉN UNA LUZ EN LA LUZ -Blog de Luis Ángel Barquín sobre la Palabra Poética Universal: Poemas, Textos sobre la Poesía y la Creación Artística-

ACCEDER A: http://unaluzenlaluz.blogspot.com


domingo, 14 de junio de 2009

SOBRE EL HAIKU -JOSÉ MANUEL MARTÍN PORTALES-

EPÍLOGO SEGUNDO DEL LIBRO “HAIKUS JAPONESES DE VUELO MÁGICO"

He sufrido una tensión insospechada ante estos textos. La evidencia de alguna especie de origen traspasa esta escritura. Algo relacionado con la ingenuidad, con la inmediatez, con la absoluta ausencia de estrategia. Algo inocente.

Si el haiku se ha convertido en una gran tradición es porque permite expresar la complejidad de la conciencia. No su simplicidad, como podría pensarse. La carga de profundidad queda a salvo del paso del tiempo, y de toda manipulación, en la medida en que encuentra la sencillez. Si no expresara esa complejidad no habría sobrevivido. Pero si no hubiese encontrado la protección de la sencillez hubiese destrozado la conciencia del que se expresa. El haiku pone en evidencia que la sencillez protege al poeta, que sin ella hubiese quedado totalmente destrozado por la evidencia de lo Real. De igual manera, la sencillez de lo expresado protege al lector, que de otra manera quedaría gravemente conmocionado, y a pesar de ello no está del todo a salvo. Parece, acaso, que la sencillez actuase aquí como una didáctica de lo Real, tal vez lo mismo que la ternura suele actuar como una didáctica del amor, permitiéndonos el acceso sutil y sosegado a un territorio donde reina la pasión, el vértigo y la muerte de aquel que éramos antes de entrar en él.

Alguna vez he escrito que el poema contiene lo que no puede ser dicho, y permanece sin ser dicho gracias al poema. La zona limítrofe de esa perplejidad, de esa contradicción radical, habita en el haiku.

Occidente, en general, tiene serias dificultades para entender que la complejidad de la conciencia se fundamenta en su capacidad para integrar el todo en cada parte, en su capacidad para verbalizar la hierofanía –que es la Totalidad que podemos soportar–, sin que esa verbalización atente contra su pureza. Porque toda hierofanía es una revelación que todavía no sabemos que lo es, que todavía no sabemos lo que significa. Borges llamaba a esto «experiencia estética». Y Occidente entiende el no saber como una estrategia del saber, no como un modo genuino de revelación. Quizá porque la hierofanía nos obliga a sospechar que la razón no es el horizonte de la conciencia. O que la racionalidad no es el camino del sentido.

Creemos, en Occidente, que la conciencia debe desentrañar el misterio de la vida y la naturaleza, pero no sospechamos que ese quehacer sólo podrá realizarse cuando la conciencia asuma que ella misma es naturaleza, que ella misma es el misterio que busca desentrañar. En el haiku la conciencia se enfrenta a sí misma en cada instante: la palabra ya no será algo que se dice sobre algo, sino aquello que se dice la naturaleza a sí misma a través del hombre. Porque el hombre no es otra cosa que la palabra que ha alcanzado el universo.

Seguramente, esa impresión primigenia a la que llamamos asombro, tan nítidamente expresada en estos haikus, muestre a las claras, con una desnudez insultante, que lo que llamamos «lo sagrado» es sencillamente algo que sucede dentro de lo Real, acaso el momento mismo en el que lo Real se hace Palabra. El hombre no es más que la verificación existencial del acceso de la Realidad a la Palabra. No existe una Realidad y una palabra que la nombre. La Palabra nace de la propia Realidad.

La pregunta, entonces, es radical: ¿Por qué la Realidad deviene Palabra? No hay respuesta. Basta la pregunta. Sólo cabe intuir que la Realidad deviene Palabra porque acaso lo Real es un proceso de identidad, un proceso de sentido, que encuentra en la palabra la posibilidad de no encerrarse en pura facticidad. Lo Real no es fáctico. O, dicho de otra forma, lo Real se escapa de la facticidad y su forma de salir de la facticidad es la Palabra. La Palabra, por tanto, intuimos, es la forma que tiene lo Real de manifestar su inconcebible apertura hacia el sentido. Cuando la palabra cumple esta misión decimos que es palabra «poética». Por eso sería contradictorio sospechar que la palabra dice la Realidad a modo de clausurarla, a modo de definirla, a modo de encerrarla en algo que ya es como es. Al contrario, la Palabra (poética) dice que lo Real no es una cosa, algo que ya es, sino más bien que es algo en busca de sí mismo, en busca de un sentido. Un sentido que no adviene en el lenguaje sino más bien a través del lenguaje.

Y lo genuino del haiku, en nuestra opinión, es que es un decir de los sentidos, no un decir de la razón. Un decir nacido de la percusión de los sentidos en la puerta de la conciencia. Como si los sentidos nos permitiesen colocamos en el mismo orden de naturaleza de lo Real. Si la razón se aleja progresivamente de la naturaleza y su relación con la Realidad es puramente estratégica, los sentidos nos permiten la experiencia del origen permanente, que es el modo de ser de lo Real. Lo Real siempre está en el origen, siempre se está originando. La percepción de esa evidencia corresponde a los sentidos, por eso sólo desde los sentidos la conciencia puede nombrar, puede verbalizar el origen. Un origen que no es algo sido, sino algo siendo. Y su decir es un decir inútil, no estratégico. Precisamente la inutilidad del decir poético lo salva de ser manipulado. Sólo la inocencia conoce el camino del sentido. La palabra que no resuelve el sentido es la palabra poética. El poema no «tiene» sentido, no encierra el sentido de lo Real, sino que lo abre, poniendo en evidencia, en última instancia, que la Palabra no es la última «experiencia» que la Realidad tiene de sí misma. Ese vacío que queda abierto a un más allá de la palabra es lo que queda sobrecogedoramente expresado en la auténtica poesía.


José Manuel Martín Portales
Córdoba, marzo de 2005


Nota: Hierofanía, del griego hieros (‘ηρος) = sagrado y faneia (φανεια)= manifestar. Es el acto de manifestación de lo sagrado.

SOBRE EL HAIKU -ABDENNUR PRADO-

EPÍLOGO PRIMERO DEL LIBRO “HAIKUS JAPONESES DE VUELO MÁGICO"

Yo siempre pensé que un haiku era un poema, que los japoneses no tenían tiempo. Pensé que estas formas fugaces daban cuenta de una forma de ser, de un mundo de fatigas imperiales. La convivencia con estas mariposas ha roto esta certeza: un haiku no es un poema. No lo es, en el sentido de que entre las mariposas no he podido sentir ni un solo resto de literatura, ese «arte que emplea como instrumento la palabra» (Diccionario de la Lengua Española). Tenemos cosas, objetos, ficciones, discursos, consecuencias. Tenemos todo un material que se despliega ante nosotros, convertido en gesto y consecuencia, hecho prosa en el tedio del trabajo. El poeta devuelve todo lo visible a su carácter simbólico, lo arranca de ese tedio. La literatura espejea sobre el mundo, es un reflejo de la realidad hecho obra de arte. Y el arte es artificio, destreza, habilidad, oficio. El literato centra su habilidad en la palabra, y perpetúa así el dominio que la palabra ejerce sobre los objetos. Sin embargo, el haiku representa justo lo inverso a esta operación que llamamos «literatura». Arranca los objetos de las palabras y los devuelve al mundo. No es un arte hecho de palabras, sino de imágenes. Ni siquiera de imágenes, sino de cosas. En el haiku no hay nada más que cosas. Al eliminar del texto la palabra, se elimina toda posibilidad de engaño. No hay lugar en el haiku para la mentira, para la Idiosincrasia del poeta. No hay lugar para las imágenes mentales, para el arte de la combinatoria. La pura presencia de las cosas se hace transparente. El autor del haiku no crea nada, no pone en juego su imaginación, no es un literato. Ante el haiku, es difícil hablar siquiera de una autoría, en el sentido occidental. El autor del haiku ha logrado su objetivo en la medida que ha evitado inmiscuirse entre el mundo objetual y la sensación pura que genera. Para lograr eso, hay que tener una gran atención para con las cosas, y un gran desapego hacia las palabras. ¿Cómo va a ser un haiku literatura, si el haiku no permite a las palabras decir nada más que aquello que designan?
Abdennur Prado
Barcelona, abril de 2005

viernes, 12 de junio de 2009

PROFUNDIDAD

Bajas, desciendes
hacia mí. Dejas
caer tu esencia
desde otro cielo
que nunca veo,
que sólo intuyo
cuando me tocas
y me transformas
en un aspecto
de ti.
XXXXXDesciendes
sin hacer ruido…
No hay en el mundo
sonido alguno
que te distraiga
cuando eres pura
caída, peso
que encuentra y ama
su vertical.

Bajas. Describes
toda la recta
desde tu altura,
que no se siente
jamás distinta
a tu destino:
profundidad.

Luis Ángel Barquín

ABUNDANCIA

Para observar tu mirada
dejé de mirar el mundo.
Caí en ella tan profundo
que me encontré con mi nada,
una rosa deshojada
por gracia de un ruiseñor.

Y la ausencia de la flor,
inextinguible fragancia,
eliminó la distancia
entre los dos. Por amor
hallé en el hambre sabor,
y en la pobreza abundancia.

Luis Ángel Barquín

BAJO LOS NARANJOS

Nos hemos sentido,
nos hemos amado,
sobre los suspiros,
bajo los naranjos.

Vimos un destino
pasar cual relámpago
ante nuestros ojos…,
y nos abrazamos.

En el mismo sueño
ambos despertamos
sin reconocernos,
como dos extraños.

Nos hemos sentido,
nos hemos amado,
fundiendo dos almas
con los mismos labios…

Y un beso maduro
dejamos flotando
sobre el ancho río
que juntos cruzamos.

Desde las estrellas
cayeron milagros
de luz diminutos,
que nos empaparon.

Nos hemos sentido,
nos hemos amado,
sobre los suspiros,
bajo los naranjos…

Presente está siempre
el lugar sagrado
donde –sin saberlo–
seguimos amándonos.

Luis Ángel Barquín

BELLEZA

Dicen que la belleza
está en los ojos del que mira… ¿Y tú,
qué haces, qué tienes, qué milagro invocas
para que esta mirada -acaso mía-,
te distinga entre lo que te rodea
como el vehículo que mi alma toma
para no viajar más, desembocando
en la paz de tus líneas,
en tu misterio, amor, donde no existen
el miedo, ni el deseo?

¡Qué preguntas te hago, como si tú supieras
contestarlas con gestos o palabras!

Dicen que la belleza está en mis ojos,
que solamente pueden
apreciarte si miran sin nombrarte,
verte completa
sin separar tu luz de tu materia.

¿Y tus ojos, no son
belleza doble que no tiene fondo,
y por eso no existe la manera
de llenarla con algo que no sea
vacío y más vacío
feliz de serlo, amor?

Tu belleza es la forma
y la manera en que la vida deja
flotando en esta luz -que es tuya y mía
por un instante-
la imagen de tu alma cuando amas
y eres amada, amor.

Luis Ángel Barquín

ENTRE MIS BRAZOS

Entre mis brazos
no piensas…
Los pensamientos llegan,
se alejan.

Entre mis brazos
celebras,
la vida es un instante
de eternidad contigo…
Silencio.

Entre mis brazos,
amante,
toda tu piel respira…
Un círculo se llena
de ti.

Luis Ángel Barquín

GOTAS DE AUSENCIA

Gotas de ausencia
caen del tejado…
Mojan los vidrios
de la ventana
del dormitorio
donde te sueño,
en el que, a veces,
despierto y palpo
sábanas huérfanas
de ti: ¡te has ido
o no has llegado!

Gotas de ausencia…
Lluvia incansable
que empapa el alma
de escalofríos,
que riega dunas
de sed en este
desierto inmenso,
donde te bebo
cuando caen lágrimas
de tu recuerdo.

Gotas de ausencia…
Vapor de sangre
que no ha corrido,
que no ha manado
del corazón.
Gotas y gotas…
Presencia errante
que deja un rastro,
húmedo y vago,
de instantes tuyos
aún por caer.

Luis Ángel Barquín

PAUSA

Entre la última sílaba
de mi verso y la orilla
de tu atención, te espero
para siempre, amor mío.

Luis Ángel Barquín

MI MEJOR COSTUMBRE

Las nieves se marchan…
Se quedan las cumbres
desnudas.
XXXXXXXXXViajeras
de paso, las nubes
nos dejan recuerdos
que limpian, que nutren,
las tierras, el alma.

Un suave perfume
de amores primeros,
al mundo descubre
los besos, la lluvia,
las gotas más dulces
de la primavera.

Las pálidas lumbres
de febrero encuentran
tu fuego, y se funden
en él, sin dolor.

Ahora, el disfrute
es sentir tus ojos
cómo se introducen
en mí, por los míos,
ver en tus virtudes
las bazas purísimas
del azar que tuve
contigo otras veces…

Mi mejor costumbre
es soñar contigo
cada invierno: bucle
sin fin, ¡Luz de marzo!,
que mi amor produce.

Luis Ángel Barquín

CAMBIO

Volvemos a aquel punto
de ayer, con la creencia
de hallarlo en ese mismo
lugar… ¡mas no se encuentra!

¡Y no nos encontramos
iguales a ayer!…
XXXXXXXXXXXXXXXDejan
un rastro nuestros pasos
de heterogéneas huellas
en el camino.
XXXXXXXXXXXXXXXCesan
los versos de ser versos,
las notas de ser ellas,
cuando la vida pulsa
los centros o las teclas
que los animan, y abren,
sin preguntar, su puerta
a lo desconocido,
a donde el alma vuela,
cansada de ser forma
e intensidad concretas…

Tenemos otros versos,
paisajes, otras fuerzas
y diferentes pulsos,
hoy, que la vida estrena
colores y silencios,
ahora, que se llenan
de amor los corazones,
las almas de inocencia,
aquí, donde los rumbos
se olvidan de sus metas,
cuando acontece el mundo
con la mirada nueva,
y todo se termina
y, sin saber, comienza…

Luis Ángel Barquín

ABRIR

Pregunta que no encierra
su piel en la palabra,
dejando que el abismo
la tome, y fácilmente,
como un amanecer,
descorre la cortina
de luz: habla el silencio;
engendra lo que calla
y lo que se hace signo.

Noche que no custodia
la respuesta del alma
a todas las preguntas
que en ella desembocan.
Río de fe que arrastra
las dudas y temblores
del agua, de la sangre,
viviendo sobre el tiempo.

La fuerza va cayendo
desde su propia cima…
Nubes, plumas y estrellas,
la ven desvanecerse
a medida que suelta
su peso, inmenso puño
que, al compás de los dedos
abriéndose, respira…

…Y esa mano sostiene,
ahora, al mundo entero.

Luis Ángel Barquín

CALIGRAFÍA

Con cada orla,
por cada trazo,
con cada punto
y en cada espacio,
el alma guía
-sobre este blanco
papel- la voz
cerrada, el brazo
firme, la sangre
tibia y la mano
limpia…, y nos deja
huellas del raro
soñar del mundo,
delgadas sombras
de alas, delgados
perfiles rotos
del rostro humano:
estelas íntimas
de un mismo barco…

Ahora, te escribo,
vuela mi mano
sobre la hoja,
bajo este claro
del cielo, abierto
por ese mágico
soplo del viento
amigo…
XXXXXXXTe hablo
desde el espejo
-quietos mis labios-
hacia tu ojos
-cálidos, rápidos-,
dejando el pulso
suelto, palpando
cuándo el camino
entre dos almas
se hace más llano,
dónde la imagen
posa sus rasgos,
cuándo el reflejo
tiene el tamaño
justo, y cabalga
por el espacio
-letra por letra-,
sobre sus rayos.

Quieto, muy quieto,
espero… Vagos
rumores, ritmos
huecos y extraños,
que no recuerdo,
nunca soñados,
llegan y esperan
ahí, cerca…
XXXXXXXXXXY algo
como un pellizco
de vida, un pájaro
que calla y canta
de nuevo, un claro
de luna negra
naciente, un paso
de baile dado
sin pies…, me toma,
raudo, del brazo,
y el alma corre
hacia mi mano…

Sienten el alma
vibrar los trazos…

…¡Sí!, con la suerte
de los milagros
y el equilibrio
del buen trabajo,
llego hasta el punto
final…
XXXXXX¡Y te hallo
despierta aún,
toda de blanco!...

… Y, decidida,
con una mano
-¡caligrafía!-
coges mi mano.

Luis Ángel Barquín

SOMBRA

Cuando soy yo, tú eres la respuesta;
cuando no soy, por mí preguntas, sombra,
y la luz te contesta con su llama.

Tú, retazo de noche,
desde el alba al ocaso -sin desmayo-
buscas detrás de cuerpos y de objetos
la forma de tu espectro, para ser
la rosa negra que nadie ha tocado.

Nadie ha visto tus ojos,
que tras los párpados del sueño velan
el último secreto de la luz.

No sé si existes pero tu leyenda
llega hasta aquí y ahora.

Acaso reinas cuando el Rey se ha ido
y los mendigos duermen en Palacio.

Fuera de techos, suelos y paredes,
lejos de rocas, bosques y caminos…,
alguna vez te he visto de reojo
-íntima, extraña y siempre sin figura-
cual ausencia de mí que me acompaña.

Luis Ángel Barquín

domingo, 7 de junio de 2009

IMPULSO

Sin más, una presencia me convoca
a ser, hoy que la muerte me vigila…
Mi corazón lo escucha, lo asimila,
y ahora late al compás que el tuyo toca.

El alma hace el silencio y me provoca
para hacerme saltar… cae mi mochila
a un abismo feroz que la aniquila,
y despego hacia ti. Tu cuerpo evoca

una música suave que acontece
y me indica el camino. Sin las alas
del pájaro o del ángel, soy aliento

que vuela ya en tu reino. Un punto crece
dentro de mí: eres tú, que descabalas
todos mis miedos, y por fin te siento.

Luis Ángel Barquín

RAPSODA

-En la Grecia antigua, cantor que iba
de pueblo en pueblo recitando trozos
de los poemas homéricos u otras poesías-


A Amparo Blanco y Gema Jiménez


Las palabras te aman…
Tus oídos escuchan
un silencio: no luchan
ya las almas, te llaman…

¡Un corazón!, exclaman
los poemas. Se prende
una estrella –luz, duende-
en tu piel, y se inflaman

de emoción los amores.
Un asombro reunido
te mira fijamente…

Los signos voladores
de tu voz se han hundido
en un pecho inocente.

Luis Ángel Barquín

EL POETA

A José Ángel Valente
XXXXXXin memóriam


El amor, nos decía,
es la llama que guía
en la nada los pasos de los hombres.

Vaciaba sus manos
una vez y otra vez
para sentir el corazón en ellas.

Su alma, centinela
desnuda, era testigo
del baile de la luz y de la sombra.

Largo tiempo escuchaba
los sonidos durmientes,
las palabras en ruinas o las piedras.

Dibujaba sin lápiz,
ni mano, cada trazo
de la palabra silenciosa, pura.

Ausente de sí mismo,
descubría lugares
donde nacer de nuevo, sin memoria.

Abrazaba la idea
hasta exprimir el zumo,
y dejaba su imagen sobre el agua.

Era extraño y cercano
como un soplo de brisa,
como la propia sombra, como el fuego.

En el mundo de todos
era un simple extranjero;
era su patria el mundo de los sueños.

Luis Ángel Barquín

SOLA

Las palabras
no te pueden ayudar.

Las personas, sí que pueden,
pero no quieren hacerlo:
excusas, miedos, motivos
o carencias, les sujetan.

Los animales te miran,
te acompañan;
como mucho, te intimidan
o te lamen
las heridas con esmero,
mansamente.

Las plantas siempre te escuchan.
Sienten los árboles cómo
te les acercas, o pasas
por su lado, o los ignoras...,
pero no hablan castellano.

Los Dioses ya se han cansado
de enviar sus mensajeros
a tu casa: ¡nunca estás,
y si estás, nunca les abre
tu sirviente, ya tu amo!

Las palabras, impotentes
pero astutas,
te prometen imposibles…
¡y las crees!

Sola,
sólo te quedan las manos,
los ojos, el corazón,
los oídos y los pies,
para encender una hoguera
de pureza
donde quemar esa parte
de ti que jamás te quiso,
y aquella que no ha querido
nunca
que te amaras, ni que amases
simplemente por amar.

Luis Ángel Barquín

SEÑALES

Establecer
sólo un pulso y tratar
de seguirlo.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSentir
cada instante ciñéndose a la vida,
de modo musical.
XXXXXXXXXXXXXXXSaber ahora
que algo invisible, inmenso,
nos protege
XXXXXXXXXXde nuestra propia sombra
y echa
XXXXXXmigas de pan
XXXXXXXXXXXXXXXXXXsobre la tierra,
señalando el camino hacia la noche.

Luis Ángel Barquín

SENCILLA

Tu voz de nube flota suspendida
sobre esas pompas que el amor alienta.
Claro es tu gesto. Tu mirada -atenta-
posa en la luz el beso de la vida.

Entre las flores, flor desconocida…
Entre la piedras, piedra que sustenta…
Entre las lumbres, lumbre que calienta…
Entre las almas, alma agradecida…

En la oculta valía de las cosas,
hallas tu bienestar. Con inocencia,
buscas un corazón en cada idea.

No oyes el eco que a las vanidosas
deja vacías. Es tu inteligencia
el callado esplendor que te rodea.

Luis Ángel Barquín

RUINA

Palabra rota…
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXLuz
que abraza los fragmentos
de lo que el hombre unió.

Luis Ángel Barquín

RELOJ

¡Un tiempo que no pasa!

Florece,
entre la misma hierba,
la misma planta, siempre.

Te acercas
a mí sin desplazarte;
te alejas
de mí sin movimiento.

Algo no cambia nunca
entre nosotros…
La luz completa su viaje
por nuestras almas.

Reloj
-sin manecillas, roto-,
en nuestro corazón
encuentras el ahora:
un tic-tac sin esfera,
desnudo.

Luis Ángel Barquín

REGRESO

Regresamos con miedo, lentamente,
al ámbito sagrado.

XXXXXXXXXXXXXXXXXTiempo.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXSombra
por recorrer con una luz -¡tan sólo!-
que se enciende y se apaga, voluntad.

Luis Ángel Barquín

POZO

Hay un lugar
que parece seguro para ti
pues su contorno ciñe
tu libertad horizontal.
XXXXXXXX´XXXXXXXXXXXTe deja
mirar su cielo,
flotar sobre sus aguas,
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXdescansar
de no haberte cansado.
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXEse lugar,
a no ser que se seque o se desborde,
parecerá seguro para ti,
sin saber que divisas
siempre el mismo horizonte.

Luis Ángel Barquín

PLAZA

La plaza, llena de gente.
Parte del sol se refleja
en una ventana, enfrente.
Cerca, la piedra festeja
la intensidad del poniente,
mientras la tarde se aleja
de este lugar. Lentamente,
un recuerdo pasa y deja
tu imagen viva, presente.
Calla el naranjal su queja.
La plaza, llena de gente.
El sol –todo– se refleja
en otra ventana, enfrente.

[Plaza de las Tendillas, Córdoba]

Luis Ángel Barquín

ORILLA

Orilla tuya, tan cerca
de ti como el alma puede
estarlo del agua.
XXXXXXXXXXXXXXXMar,
me haces sentirte todo
como una lágrima inmensa
llenándome desde el centro
hasta el borde de los ojos.


[Playa de los Genoveses (San José; Almería)]

Luis Ángel Barquín

NOCHE

Noche. Piedra escondida en la memoria.
El susurro está en flor, flor del oído.

Noche. Desnudo el corazón. ¿Ausencia
de ti?
XXXXXTu forma yace
ahora bajo el manto de la sombra.

Luis Ángel Barquín

MEZQUITA

Luz tenue…

Hileras de columnas
unidas
por dobles olas
a franjas blancas,
rojas.
XXXXXXXXXXEspacio
para un tiempo perdido
de oración…
xxxxxxxxxxxx¿El silencio,
aquí? Frescor eterno.

El alma, ahora,
es geometría pura,
sin forma.

Afuera,
el sol en los naranjos,
a través de precisas
vidrieras.

Adentro, cierra
una mano invisible,
sin llave,
todas las puertas.

[Mezquita Catedral de Córdoba]


Luis Ángel Barquín

TU SUEÑO

Nunca te alejes de tu propio sueño,
ni lo pierdas de vista. Va delante
de ti unos pasos y su vida errante
deja una estela para ti. Risueño

es tu semblante junto a él ¡Qué empeño
en no mirar su luz parpadeante,
en no escuchar su acento susurrante,
en rechazar su invitación! Pequeño

eres sin él, él es sin ti. No intentes
ser feliz ignorándolo… ¡Es tu amigo,
tu guía y tu bastón: tu lazarillo!

Él siempre sabe donde están las fuentes
donde saciar tu sed. Distinto te lo digo:
¡tú eres su clavo, y él es tu martillo!

Luis Ángel Barquín

SIEMPRE

‘Siempre’, es la luz que aclara nuestro paso
por esta vida hambrienta que devora
el cuerpo sin cesar. ‘Siempre’ atesora
la eternidad que colma nuestro vaso.

‘Siempre’ es el eco que nos hace caso
cuando la voz es pura, o calla, y se enamora
de ella el instante. ‘Siempre’ es el ahora
que se expande al mirar el cielo raso.

‘Siempre’ es el pozo donde van cayendo
lágrimas de tu amor, que el alma bebe
antes de que el azar las elimine.

‘Siempre’ eres tú: cual flor vas ofreciendo
tu olor para que el viento se lo lleve
y tu presencia nunca se termine.

Luis Ángel Barquín

LADRÓN

Ayer robé el tesoro más preciado
del paraíso para poder verlo
con los ojos de un hombre, y sostenerlo
un rato con mis manos… Fascinado

por su recuerdo, vivo en el pasado
casi todo mi tiempo. Poseerlo
de nuevo, es mi obsesión: quisiera olerlo,
saber por qué es tan dulce su bocado.

Pero apenas recuerdo la pureza
de su color, escucho débilmente
una voz que pronuncia: ¡el mismo error!

Esa voz me recuerda: “la riqueza
verdadera es vivir, en el presente,
con las manos vacías, el amor”.

Luis Ángel Barquín

GÉNESIS

Abierto fondo, la ausencia…
Nace la forma: se apoya
sobre su sombra y se eleva.

Nostálgica de materia,
la forma busca en el barro
su cuerpo para abrazarlo.

Luis Ángel Barquín

ENIGMA

Puedo sentirlo,
tocarlo incluso,
dejar que el ojo
barra su estela.

Puedo escucharlo
sin entenderlo,
oler su aroma
sin apreciarlo.

Puedo absorberlo,
dejar que forme
parte del cuerpo:
sangre en la sangre.

Puedo soñarlo,
ir al encuentro
de sus imágenes
sobre otros pasos.

Sé que no puedo
saber su nombre
sin olvidarme
también del mío.

No puedo abrirlo
sino cerrándolo.
Sin esperarlo,
puedo invitarlo.

Nunca da pistas
que lo descubran…
Late en mi vientre
su pulso: ¡enigma!

Luis Ángel Barquín

EL JUGADOR

El azar, su certeza.

Confiando en su olfato, saca brillo
a los naipes
XXXXXXXXXXy espera…

Retrocede hasta el punto
anterior al deseo.
XXXXXXXXXXXXXXXVe al dolor
y al placer, que reparten
las cartas boca abajo.

En perfecto equilibrio,
entre el alma y la mesa
deja quietos los ojos
XXXXXXXXXXXXXXXXXXy por ellos
ve su mano jugando la partida,
como siempre
XXXXXXXXXXXXcon as de corazones.

Luis Ángel Barquín

COLORES

Vibraciones que surgen
por sí solas, buscando
su expresión en el mundo
que se mira y se ve.

En planos paralelos,
las vibraciones muestran
las respuestas concretas
a distintas plegarias.

En fila, los colores
reparten armonías
por el tiempo. Sus notas
no se escuchan, están

como quietas sonrisas
en el espacio, llenas
de sí, constelaciones
de signos diminutos.

Es el azul, esencia.
A los ojos del mundo
se aprecia como un todo
o como su reflejo.

El verde es forma pura
que crece hasta que roza
el alma del azul…
Entonces, da su fruto.

El blanco es anfitrión
de todos, y de sí.
No busca, mas encuentra.
No se ve, pero está.

El negro es todo pérdida,
de donde brota todo,
a donde todo va.
Su corazón es hueco.

El amarillo es vuelo,
señor de la distancia
más rápido que el tiempo,
más grande que el espacio.

Estructura que gira
sobre sí, es el marrón.
Sostiene y alimenta.
Su cuerpo es maternal.

El rojo es paradoja.
Avanza y retrocede
al tiempo. Su presencia
es fruto de una ausencia.

Sin ellos, el vacío
sintió que le faltaban
los límites al mundo…
Entonces, los creó.

Luis Ángel Barquín

AMANECES

Antes del alba,
sobres las aguas
del ancho río,
flota una estrella…

Tirita ahora
su imagen, brilla
su eternidad.

La miro.
xxxxxxxxLágrimas
de gratitud
lloran mis ojos.

El alba llega…

Se desvanece
la estrella, y deja
su esencia –el aura
de tu mirada–
sobre las aguas.

Luis Ángel Barquín

ALAS

Va cubriéndose el cielo
con el volar
de innumerables alas.

La luz solar aún consigue filtrarse
por algún hueco
hacia la tierra.
XXXXXXXXXXXXXUn nuevo cielo, extraño,
nos cubre casi,
nos deja apenas recordar
la luna, el sol, las nubes, las estrellas.

Vuelan
más alas cada vez.
XXXXXXXXXXXXXXXXEl pájaro invisible
ha soltado a las almas,
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXmientras sienten los cuerpos
su propia ausencia,
XXXXXXXXXXXXXXXXy eso los libera
de su carga…

XXXXXXXXXXXLa sonrisa del aire
lo acuna todo.


Luis Ángel Barquín

AFINANDO…

El reto de la poesía
es tocar y estremecer
corazones,
llenar las almas con soplos
de pureza,
vaciar de pensamientos
ese instante en el que el hombre
sólo escucha su latido
como latido del mundo,
robarle la lira a Dios
y componer el silencio
de los versos del poeta.

La poesía va afinando,
a su paso, cada cuerda,
cada tecla…,
que expresan la sinfonía
del amor.

Luis Ángel Barquín

PÁGINA

Esta página
alberga los sentimientos,
la música, las ideas,
el silencio,
que laten, se abren y expanden
-¡ah, misterio!-
en este preciso instante,
ahora que escribo estos versos.

Esta página
palpita fuera del tiempo…
No existe si no la escribo,
si no siento
sus pausas y sus acordes,
su plenitud… en mi cuerpo.

Esta página
da su palabra a mi aliento,
a mi ausencia, su blancura,
y a tus mejillas, un beso.

Esta página
es la que queda en el medio
del libro de mi pasado
y de mi futuro, abierto
sobre una mesa que existe
acaso sólo en mi sueño.

Luis Ángel Barquín